miércoles, 17 de octubre de 2012

Espejos y espejismos

¡Qué difícil es la convivencia! Un ejemplo, con esos  espejos callados, inclementes y tenaces, que nos asaltan de improviso, mostrándonos nuestra existencia sin adornos ni artificios.
Cuenta el escritor Jean Claude Carrière en "El círculo de los mentirosos" la historia de un campesino que marchó a la ciudad a vender su arroz y le trajo a su esposa un espejo de regalo. Al mirarse en él, sorprendida, empezó a llorar amargamente. "Mi marido ha venido con otra" dijo a su madre entre lágrimas. Ésta cogió el espejo, se vió reflejada y la tranquilizó: "No te preocupes, es muy vieja".
Los espejos son esos amigos que nos dicen las cosas a la cara, presentándonos una realidad no complaciente, y que dejamos tirados en cualquier desván, para evitar vernos a nosotros mismos. Mientras tanto, nos dejamos seducir por los espejismos, esos cantos de sirena, de compañía sedante y fraudulenta, que nos permiten una existencia cómoda y vacía, alejada del agridulce sabor de una vida plena.
La vida, ese largo y sinuoso camino... : "The long and winding road", The Beatles

 
 

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