jueves, 23 de diciembre de 2010

Final de trayecto


Un libro, sus hojas llenas de recios sustantivos y adjetivos precisos, espera para abrazarle. En un cine, imágenes se desbordan en espera de emocionarle. Una música antigua, la que siempre le conmovió, espera ser oída de nuevo. Mas él - viejo, solo, cansado- ya nada espera: tan sólo que los días no dejen huella ni las horas herida.