martes, 29 de noviembre de 2011

Melancolía




Decir la vida, lograr abarcar la vida en una canción, en un poema: ¡qué lujazo!. Luis Eduardo Aute lo consigue en esta composición, tres minutos escasos, que consigue emocionarme cada vez que la escucho:


"Las cuatro y diez"
(Luis Eduardo Aute)
Fue en ese cine, ¿te acuerdas?, en una mañana al este del Edén.


James Dean tiraba piedras a una casa blanca, entonces te besé.


Aquélla fue la primera vez, tus labios parecían de papel,


y a la salida en la puerta nos pidió un triste inspector nuestros carnets.


Luego volví a la academia para no faltar a clase de francés,


tú me esperaste hora y media en esta misma mesa, yo me retrasé.


¿Quieres helado de fresa o prefieres que te pida ya el café?.


Cuéntame como te encuentras, aunque sé que me responderás: muy bien.


Ten, esta foto es muy fea, el más pequeño acababa de nacer.


Oiga, me trae la cuenta, calla, que fui yo quien te invitó a comer.


No te demores, no sea que no llegues a la hora al almacén;


llámame el día que puedas, date prisa que ya son las cuatro y diez.


Puedes oirlo aquí:





Venga, para que no se me enojen las fervorosas autonomías periféricas, ahí va este pequeño (sólo por el tamaño) poema del catalán Josep Piera:


Ara que ja no ets, amor, ets més que mai.


Ara que ja no et tinc, amor, et vull de veres


Ara que ja no ets, amor, ets esperança.


Ara que t'he perdut, amor, ets meu per sempre.


L'amor, amor, és així: és, si no és.


Que viene a ser:


Ahora que ya no eres, amor, eres más que nunca.


Ahora que ya no te tengo, amor, te quiero de verdad.


Ahora que ya no eres, amor, eres esperanza.


Ahora que te he perdido, amor, eres mío por siempre jamás.


El amor, amor, es así: es, si no es.

Miguel Poveda lo canta ahí:




Dos canciones directas al centro del corazón, alejadas de la prima de Riesgo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario