martes, 20 de noviembre de 2012

Huelgas y piquetes


El miércoles de la semana pasada hubo una huelga política, y la selección española de fútbol jugó un partido de fútbol deportivo. Aunque la incidencia de la huelga política fue escasa (según fuentes del gobierno indignas de crédito, tan sólo se adhirieron a ella dos electricistas de Rentería y un panadero de Móstoles), me preocupa la imagen que podamos dar de cara al exterior. Quizá no sea ajena a esta preocupación la emblemática fecha de hoy, nada menos que 20 de noviembre, de tantas  resonancias patrióticas.
La imagen exterior: ¡qué van a pensar de este país! Un país con una Familia Real -o lo que sea eso- de astracanada, con más de cien mil abuelos (defensores de la democracia frente al golpismo) tirados por las cunetas sin un entierro digno, con monjas robando recién nacidos, con demócratas franquistas, con amnistía para defraudadores millonarios y desahucios para la canalla, con una Santa Iglesia -sin recortes, por favor- retrógrada, homófoba y machista, con el presidente de gobierno más mentiroso -que ya es decir- de toda la lamentable Historia de este triste país, con el personal revolviendo en los contenedores de basura, con la Sanidad y Educación en venta, con un bipartidismo (derecha-ultraderecha) que nos dan por el saco...
Si hablamos de la imagen, no podemos dejar a un lado a los lamentables piquetes, esos enemigos de la libertad. Me refiero al piquete del bocado salarial, si haces huelga, que deja a la menguada nómina mensual temblando. Al piquete del precario contrato de trabajo que, si haces huelga, te envía al paro en cuanto pueda. Al piquete, en fin, de las reformas laborales (ésas que hacen los gobiernos "para crear empleo") que hacen de este país el campeón europeo del paro.

Afortunadamente, los objetivos e independientes medios de propaganda de este país nos mantienen bien informados: Cope, La Razón, El Mundo, ABC, Intereconomía, La Retaguardia, La Gaceta, El Antiguo País, Onda Cero, La Vieja España... Siempre podemos optar entre una información conservadora o alguna otra reaccionaria.
El periodista Hermann Terstch, con una autenticidad que le honra, hizo la crónica del fracaso de la huelga el martes, es decir, el día anterior. Sin complejos.
Por su parte este gobierno centrista, tan sensible él, escucha con atención el clamor de la calle: en Madrid se crea un nuevo grupo policial, de 378 agentes, para dar hostias.
P:D: Se incluye en esta entrada una simpática imagen de un megapiquete, el de la patronal, riéndose muy satisfechos tras la última reforma laboral hecha por Mariano, el chico de los recados de Ángela. Más abajo, un "radical" ensangrentado y otra peligrosa "antisistema" (¡pobre mujer!).
 
 
P.D. Esto está sucediendo aquí, en España, en esta vergüenza de país, en estos momentos.
 
 

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