viernes, 2 de marzo de 2012

Panorama bajo el puente


Señor presidente del gobierno:
Me consta que es usted aficionado al ciclismo y al fútbol. No sé si además asiste con frecuencia a las corridas de toros, pero no me cuesta trabajo imaginarlo sentado en el tendido de sombra, disfrutando de un buen puro, distraída la mirada en un morlaco aparente, manso y de poca embestida. Tal vez, en un momento de abstracción, haga usted un ejercicio de identidad, viendo en esa bestia al español medio. Acaso elucubre que el inepto picador ZP ya le ha puesto las puyas a la fiera y ahora es su momento de entrar a matar.
Al fin y al cabo el toro es, en este país, un animal totémico, algo que llevamos incorporado en el  alma, como los orientales la sonrisa. Pero no se engañe, don Mariano: algunos somos más partidarios de los felinos. Y sabemos cosas. Y usted también:
Usted y nosotros sabemos que la banca se está hinchando a recibir dinero a espuertas, como un yonki insaciable; el último chute, hace dos días, medio billón de euros*. Que los responsables de los desmanes financieros no sólo no responden del atraco, sino que se van para casa forrados con jubilaciones hipermillonarias. Que hay frío en las aulas, tardes de quirófanos sin vida, noches de insomnio a la intemperie. Que facilitar el despido para crear empleo es una medida marxista (de Groucho) cuyo surrealismo es indigno de su -moderado- sentido del humor. Que, hoy mismo, su ministro de economía anuncia para este año 630.000 nuevos parados, y se queda tan fresco. Que en este país sólo se pringan por corrupción los jueces que la investigan. Que se usan coches oficiales y guardaespaldas hasta para ir a la pelu, y dinero público para engalanar vanidades privadas,  pero el "problema" son los 426 euros del subsidio de desempleo. Que las protestas democráticas son reprimidas como en los viejos tiempos franquistas. Que hay instituciones sagradas que ni sufren recortes ni pagan el IBI. Que las manifestaciones callejeras son muestras de civismo para ustedes, si están en la oposición, y conjuras manipuladas si son gobierno. Que sólo falta que vuelva el No-do. Que le han dicho que diga que su reforma laboral es buena, justa y equilibrada, cuando sabe -y nosotros también- que es una vergüenza, una indecencia y un asco. Que tenemos aeropuertos en los que nunca hubo aviones, investigadores que vuelan y dependientes con ley de dependencia que naufraga. Que si la gente no tiene dinero, no gasta, y las empresas van de culo; más técnicamente: que, si no hay capacidad adquisitiva, no existe demanda interna y la economía no se reactiva. Que, dicho de otra forma, sólo con austeridad y sin incentivar el empleo, esto se va a pique. Que si se metiese en vereda a los delincuentes megamillonarios, y sus paraísos fiscales, el estado de bienestar estaría garantizado y no en acoso y derribo. Que usted, como político, tiene el récord mundial de velocidad en desdecirse de sus promesas. Que somos los involuntarios protagonistas de una película de terror, en la que los polis (Monti, De Guindos...) encargados de salvar a la chica (Italia, España) son, en realidad, monstruos terroríficos venidos de siniestras organizaciones (Goldman Sachs, Lehman Brothers). Que de la debacle no nos pueden sacar los responsables directos de haberla causado. Que esto es una masacre en la que no cabe la neutralidad: o estás con las víctimas o con los verdugos. Que el suicidio colectivo al que nos quieren llevar, como si fuésemos una secta capitalista posmoderna, no es irremediable.
Usted sabe todo esto. Y nosotros, pese a la propaganda de los medios de comunicación, también.
Así que, aunque somos conscientes de que nuestro destino está antes en la destreza del camarero alemán que le sirve la cerveza a Ángela Merkel, que en su coraje galaico, le sugerimos que deje a un lado la chulería fácil de hacer el juego a los intereses de unos pocos, y comience a hacer POLITICA -sí, con mayúsculas- gobernando para las necesidades de la inmensa mayoría. Y, si no puede hacerlo porque no le dejan, vaya a la tele (ese electrodoméstico que tanto utilizan cuando les conviene), explíquelo y dimita. En caso contrario, será otro cómplice más - por acción y omisión - de lo que está pasando, una tropelía que algunos economistas (que no están en plantilla) califican como "crímenes económicos contra la Humanidad". Es una petición que le hacemos a pesar de que no creemos en los Reyes Magos. Y en Urdangarín, tampoco.
* Febrero de 2012.

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