lunes, 3 de mayo de 2010

La música del azar



"La música del azar"

El muchacho pedalea, obsesivo y febril. Aún recuerda aquella tarde en la que, buscando el río, el sonido de una melodía de amores contrariados ("ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo..") le llevó a la casa y se encontró navegando en unos ojos de luz y lejanías.
Entre tanto, frente al espejo, ella examina su aspecto, complacida. Entonces el ruido de la bicicleta la empuja hacia el porche, toma un libro y, sentándose de cualquier manera, improvisa la actitud de la lectura.
Con gesto ensayado, desenvuelto, el joven salta de la bici, cogiendo la cesta; sus ojos buscan el rostro que es el centro de su vida, los rasgos que dan sentido a su existencia, la imagen que habita siempre en su cabeza. Escondiendo todo eso, hay un libro en el que adivina un título, "Invisible", y su autor, Paul Auster.

- Cambio truchas por sonrisa.

- ¡Ah, qué sorpresa! No tenías que molestarte.

- No es molestia. Hoy cogí un montón. Por cierto, Paul Auster es uno de mis favoritos.

- ¿Te gusta?

- Sobre todo, "La música del azar". Es mi preferido.

Y, abriendo la cesta, le entrega una bolsa:

- Toma, hoy se dio bien el día.

- ¡Muchas gracias!

- ¡Hasta pronto!

Se mantiene en el porche hasta que la imagen del muchacho desaparece en la distancia; después abre la bolsa examinando, minuciosa, su interior. Con una sonrisa en su semblante, despega una pequeña tira de papel: "Pescados Eladio. 1.800 grs. 9 euros".
En un cajón del armario encuentra la caja de "Mermeladas La Fama"; allí guarda el ticket, junto a los otros, comprobando que el kilo de amor ha subido 70 céntimos en la última semana.

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