Recordaba esto el domingo pasado mientras celebrábamos el Día de Internet con un recorrido de unos ocho kilómetros por unos paisajes preciosos, mediante el uso del GPS, con paradas estratégicas, adivinanzas para todos (incluídos los más "peques") ... en una actividad conocida como "geocaching" (sí, lo juro). Un trayecto en el que se practicó con estilo el arte de compartir, derribando muros y creando puentes, en el que las diferencias de edad se difuminaban a golpes de generosidad y de respeto. Se trataba de encontrar un tesoro -aunque teníamos claro que el tesoro ya nos acompañaba desde que comenzamos la ascensión-, con un grupo de personas que confirmaban la metáfora de Eduardo Galeano respecto a los patos (unas veces van unos delante, luego otros, y todos son importantes).
El camino, que eventualmente nos distanciaba, reforzaba nuestras coincidencias. Complicidad, simpatía, colaborar en vez de competir: nada nuevo pero, por obvio, muy a menudo olvidado.
Ya estamos deseando repetir la experiencia; esperemos que el sol vuelva a visitarnos (aunque no se pueda vivir sin paraguas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario