miércoles, 5 de mayo de 2010

Desencuentros

En "El extranjero" de Albert Camus, el protagonista Mersault asesina a un hombre. Motivos: que hacía mucho calor. Y lo mata, paradójicamente, con la mayor frialdad del mundo.
Los mecanismos íntimos que nos hacen reaccionar de una u otra manera siguen siendo, pese a todos los avances científicos y tecnológicos, un misterio. Leo en el último libro de la biblioteca pública, "La bailarina y el inglés" de Emilio Calderón - finalista del Planeta y, sin embargo, un libro estimable- este proverbio: "La familiaridad produce deprecio". Es, naturalmente, inglés: el carácter adusto, la moderación expresiva, el trato distanciado, los sentimientos hibernados u ocultos bajo el ropaje de las formas correctas, son signos prototípicos del anglosajón. No causa por lo tanto sorpresa este aforismo cargado de misantropía.
Aun en las antípodas de esa forma de existir, los latinos decimos más o menos lo mismo: "La confianza da asco". ¿Qué hace al ser humano embestir a lo cercano, incluso a lo cálido y amable, y poner un manto de rosas al paso de lo distante? Ni idea.
Los neurofisiólogos nos hablarían de sinapsis, enzimas, hormonas; los psicoanalistas teorizarían sobre infancias, traumas, vacíos existenciales; los sociólogos, dirigirían su mirada al entorno vital y sus circunstancias. Si bajamos a un terreno menos intrincado, un preparador físico nos dirá que todo estímulo demasiado frecuente o que no varía su complejidad , al cabo de cierto tiempo no produce una respuesta (no entrena ) en el entrenado. Quizá sea este último y humilde punto de vista el que más se acerque a la realidad: finalmente, depreciamos (no valoramos) lo que tenemos demasiado visto. El gran Marx (Groucho) parecía saberlo muy bien cuando, en una de sus frases memorables, avisó a la excelente Margaret Dumont de que iba a azotarla con el abanico de su indiferencia.
Afortunadamente, existen también - y mucho- relaciones de amistad (ese amor no posesivo) en las que el cariño convive en buena armonía con el respeto y la admiración. Pasa uno varios días sin ver a esa gente y nos falta todo.
Finalmente, mis recomendaciones de hoy para los que me leen allende los Pirineos: una música, la melodía de la película "Somewhere in time", envolvente como todas las del gran John Barry. Un libro, "La peste" del excelente Albert Camus, que incluso podemos leer como metáfora de lo que está cayendo. Por último, una película: "Dersu Uzala", de Akira Kurosawa; una preciosa historia de amistad entre un cazador de la taiga siberiana y un topógrafo militar.


P.D. : ¿Para cuándo un Navarro Óptico que nos enseñe de verdad a ver mejor lo que tenemos al lado?

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