lunes, 13 de febrero de 2012

Noche de San Valentín



NOCTURNO

Con ropajes de indiferencia,

sale a la noche.

Recorre horas inútiles,

calles desoladas,

plazas solitarias,

olvidados y lúgubres arrabales.

Entonces la ve. Es la mujer

que entra en el portal,

dejando tras de sí

un dulce perfume

de sábados perdidos.

Y aquel rostro fugaz,

apenas entrevisto

dentro de un taxi

veloz y melancólico.

También la que, indolente,

apura una copa,

cáliz de una liturgia solitaria.

Un reloj lejano lanza tres puñales.

Un gato, solemne,

se escabulle entre las sombras.

Oscuridad y silencio,

fieles compañeros de naufragio.

Ella se fue, hace ya un año.

Sabe que ésta será siempre su hora,

y esta noche el resto de su vida.

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