miércoles, 24 de junio de 2015

¿Hay alguien ahí?

¿Existe Dios? ¿Y  el más allá?  No sólo eso...¿es un personaje real el logopeda de Rajoy?.
Luis Buñuel, en su amena autobiografía "El último suspiro", afirma que es "ateo gracias a Dios". Tampoco Woody Allen cree en el más allá pero, por si acaso, "siempre anda con una muda limpia" (no se refiere a su pareja). Para el filósofo Nietzsche, es el hombre quien, pretendiendo huir del desamparo -pero, evidentemente, éste es más rápido- ha hecho a Dios a su imagen y semejanza.
Al respecto, es muy conocida la teoría de la tetera, del filósofo y matemático Bertrand Russell, una de las mentes más lúcidas del siglo XX (aún no había nacido Paquirrín). Decía Russell que si él sugiriera que hay una tetera en el Universo, girando alrededor del Sol, nadie podría decirle que no era cierto, siempre que él afirmase que era demasiado pequeña para ser vista. Y que si tal aseveración se publicitase cada domingo, y se inculcase en las mentes de los niños desde las escuelas,  aquel que dudase de ella sería considerado un excéntrico, objeto de psiquiatra o, peor aún, del Tribunal de la Inquisición.
Por mi parte, escéptico/pesimista por naturaleza (y por la nefasta influencia de los espejos, todo sea dicho), confieso que ya me cuesta creer la existencia real de Charlize Theron, como para meterme en otros berenjenales metafísicos. Simplemente, comparto la sensación del poeta César Vallejo: "Nací un día en el que Dios estaba seriamente enfermo".

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