miércoles, 4 de abril de 2012

El otro (yo soy aquél)

Es conocido lo de aquel psicoanalista que trataba a dos hermanos por un caso de doble personalidad y cobraba cuatro facturas. En literatura, tenemos obras como "El doble" de Dovstoievsky o la famosa "El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde" de Stevenson, además de otros acercamientos por parte de gente como Henry James y Giovanni Papini. La rumorología considera la figura del doble -que los hebreos asociaban al contacto con Dios, y los escoceses a la cercanía de la muerte- indispensable a la de los egregios dictadores, como recién nacidos adosados, unión interesada en busca de la inmortalidad, una especie de prevención de riesgos laborales: véase la simpática película "Espérame en el cielo" sobre Franco. Por un lado, la complejidad de la mente; por el otro, la ridícula pretensión del que se quiere providencial.
Algunos ingenuos asistían atónitos al triste espectáculo de Mariano Rajoy haciendo como presidente del Gobierno lo contrario de lo que había prometido en la oposición. Otros rojos malpensados, pertenecientes a la chusma, la canalla, la bazofia, la escoria, opinábamos con "la autoridad que nos otorgaba el fracaso" (Scott Fitzgerald) que gobernar a favor de una plutocracia delincuente, y triturar a los desposeídos, era lo propio de una ideología reaccionaria. Vamos, lo del escorpión: picar está en su naturaleza. Todos estábamos lejos de la verdad: como vemos en la fotografía, existen dos Mariano Rajoy.
¿A cuál de ellos -responsable de la subida de impuestos, la reforma laboral, el saqueo de la sanidad y educación, la amnistía fiscal- se le ha hecho la huelga general?.

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